La creatividad es una actividad mental humana mayormente y se ejercita día a día como el que ejercita una parte de su cuerpo o musculo para seguir siendo bueno y activo en algo. Por eso lo mismo que un espadachín, por muy bueno que sea puede ser desarmado fácilmente si esta desentrenado y en frio, un pintor de murales decorativos puede fallar en su labor y no poder abarcar a terminar bien su trabajo.

Por un lado, los estudios, los aprendizajes que nos llevamos, las enseñanzas y las prácticas de horas y horas y por otro lado el estar en contacto con lo que sucede y ver cosas nuevas, nuevas expresiones y lógicas y formas de expresión conforman también el intelecto que define a un artista o artesano.

Las diferentes ideas son mundos a explorar

Estar formados y luego abiertos a entender las diferentes tendencias y estilos, maneras de pensar nos acercan apertura a nuevos mundos y realidades completamente paralelas y es así como viajamos también y vivimos la pintura mural, nos construimos y hacemos el ejercicio una y otra vez de la comprensión de nuevas formas mentales a las que acostumbramos nuestras mentes a disfrutarlas. Como si de un ejercicio de amor verdadero por tratar de aceptar la realidad del otro en la que al principio cuesta pero que poco a poco y según viendo más, te haces a todos sus defectos.

Y los mundos gustos son

Pues es así como en el día a día nos formamos también y ganamos en gustos y muy diferentes para a la hora de crear algo nuevo, saber llevar a puerto un nuevo proyecto de diseño, poder encontrar una salida que se adapte y que cada vez sea mejor y más atractiva, más fresca e incluso atrevida si nos dejan.

Nos pasamos la vida documentándonos y compartiendo entre nosotros en nuestros mares de arte y pintura, desde que éramos estudiantes y luego profesionales, buenos amigos que disfrutan de compartir sus pensamientos y trucos no dejamos de volver a volver a jugar creando nuestros universos como pequeños en su arenero con sus juguetes.

El camino nos hace

Por todo esto el gusto lleva un proceso de elección en nuestras cabezas y cada cual tiene un camino intuitivo y alterado dependiendo de donde venga y lo que haya vivido cada uno para luego confluir todos a presentarnos nuestros trabajos y a contrastar por el placer de aprender, comparar, escuchar a quienes nos entienden y más próximos son en intelecto artístico, por darnos a conocer y por integrarnos.

El filtro de la vida

Vivimos creo a través de la pintura y el mural, como si el hecho de convertirnos en pintores o pintores de mural o lo que sea se transformase en un filtro por que observamos la vida, viajamos, cocinamos, escuchamos música y leemos libros. Yo creo que todo lo llevamos a la pintura y vivimos las cosas desde la mente de un pintor, transformando la música, el cine, el teatro, las calles a la pintura e interpretando o sacando ideas de todas estas para seguir alimentando nuestros trabajos.

Amigos, compañeros, aliados…

Los amigos son buena fuente de inspiración y aprendizaje. Nos pasamos el tiempo jugando y quedando para pintar, probar cosas nuevas y trabajar juntos, apoyarnos en el trabajo y en el arte siempre que podemos porque nos encanta. Es una de las mejores escuelas y la gran suerte de tener amigos que te comprendan en el arte y con los que sentirte afín y respaldado en nuestro propio universo.

No obstante, y aunque «la calle como escuela» no esté mal, están luego las escuelas y los cursos donde volver a la instrucción y volver a domar los caballos de vez en cuando. Porque está bien sentirse libre y tirar de lo que ya aprendiste hace cinco o seis años liberando estilo propio y asalvajandote pero es importante retomar la técnica por la base. La técnica pura y de raíz como te la puede inculcar un buen maestro que te vaya alineando de nuevo. Para mi ese fue siempre el puerto donde se repara el velero para poder después de unos meses, seguir navegando a la mar y el redil para las ovejas descarriadas, ja jajá…

Inversión

Es mucho dinero y mucho tiempo invertido constantemente para formar un buen artista, un buen artesano o un buen decorador, diseñador, además de que nunca llegas a terminar la carrera y sigues y sigues reaprendiendo y evolucionando y aprendiendo técnicas nuevas y programas nuevos para no quedarte atrás, pero eso es bonito también. Como si de una maquina a la que constantemente debes engrasar se tratase.

Todas las escuelas y formas de aprender son válidas y pueden incluso a llegar a formar a un artista totalmente balanceado y experto, con puntillas personales que compondrán el carácter y la personalidad más interesante y peculiar tanto a la hora de actuar como en sus conocimientos base. Por esto siempre defiendo que el adiestramiento y por otra parte, el anárquico descontrol del fallo y error de cada uno en la calle o en talleres ajenos puede ser muy nutritivo e incluso bello para nuestro futuro artista. Luego pocos he conocido que hayan sabido ganarse la vida bien y que hayan aprendido solos, aunque esto viene siendo cada vez más facilitado por internet y la cantidad de información proporcionada.

Cuchara de carpintero

Desde la experiencia, usando las herramientas desde abajo y con la mayor humildad se educa bien uno ya que tomando cada vez mejores herramientas aprende a valorar mejor y con mayor agilidad y acaba usándolas todas. Con más facilidad significa ganar en maña y sacarle punta a todo, así como aprendes a salir de un apuro y resolver problemas en cualquier situación.

Es un constante tira y afloja en el que siempre te puedes encontrar de nuevo con esa cuchara de madera a la que sacarle punta de nuevo. Es una idea bastante filosófica y romántica en la que uno aprende desde la humildad a tratar sus herramientas y convertirlas en arte a través de pocos recursos, pero también lo veo bien y productivo el hecho de arrancar desde el principio tirando desde abajo y respetando los órdenes del aprendizaje y de lo que a cada uno le toca y se adapta más a este. Gracias por seguir leyéndome en mi blog donde cada 15 días más o menos trato de seguir escribiendo para informar sobre murales decoración y aspectos alrededor del mundillo artístico donde nos movemos.