En decoraciones mural gerbosart.com trabajamos con múltiples rodillos, brochas, pinceles, esponjas, pistolas o difusores y sprays, dependiendo del tipo de superficie que tengamos que pintar o preparar o barnizar y también dependiendo del estilo de brochada, rellenos, texturas y efectos.

Como principal consejo a la hora de enfrentarnos a las diferentes situaciones de fachadas y paredes y estilos pictóricos, ya queramos hacer un efecto, texturizado o dar cualquier tipo de acabado lo importante es siempre actuar con intuición y saber valorar las diferentes posibilidades que nos brinda, ya no solo el mercado si no también nuestro ingenio y adaptación personales para poder funcionar y resolver cualquier tipo de trabajo. Una vez dicho esto pasaremos a explicaros las herramientas más usadas y algunos de los usos más comunes.

En cuanto a la calidad de nuestras herramientas va un poco como todo. Cuanto mayor sea la inversión de nuestra brocha mejor resultado obtendremos con cada una y más larga la duración.

Nuestros queridos rodillos

Existe una variedad infinita y usamos rodillos con diferentes formas tanto en el cabezal como en el mango para que puedan acoplarse a diferentes formas y recovecos, algunos diseñados para poder hacer texturas y formas diferentes y los más comunes para preparar la base y aplicar las primeras capas de fondo. Existen rodillos de cabezal más duros cuando el producto es denso y debe aplicarse muy fuertemente como sucede con algunos barnices de doble componente y algunos más esponjosos como los de espuma, algunos más porosos y otros menos cuando el producto o la pintura es más líquida y la pared más suave. De ahí ya solo dependerá la presión y la dirección en la cual manejemos los rodillos ya sea con o sin extensor.

En trabajos mural se trabaja mucho el rodillo ya que debido a su superficie rotativa nos facilita trabajar en grandes superficies y nos ayudan a extender la pintura o producto mucho mejor y fácilmente.

Dependerá del tamaño y altura del muro o fachada si nos conviene usar extensores o pértigas para trabajar más a gusto o de manera más controlada a favor de la superficie que vayamos a rellenar o tratar.

En cuanto a tamaños usamos algunos muy pequeños para delinear o marcar y algunos de espuma para crear bordes muy cortados y limpios y para rellenar y fondear usaremos por lo general los más grandes o de tamaño más adecuado. También para difuminar nos sirven ambos dependiendo el tamaño del difuminado o efecto que queramos conseguir.

Como decía anteriormente dependerá sobre todo de la rugosidad o textura del muro de si escogemos un rodillo de pelo largo, medio o corto, pero también dependerá del tipo de producto que queramos usar y como lo queramos presionar y expandir contra la fachada. Básicamente si nos encontramos con una pared con mucha rebaba y muy rugosa o muy irregular la trabajaremos mejor siempre con pelo largo ya que al ser más esponjoso nutrirá más fácilmente toda la superficie y se dejará llevar mejor entre todos los recovecos. Mientras que si tenemos una pared lisa nos bastaremos de un buen rodillo de pelo corto, especialmente cuando queramos extender más el producto como es el caso de la preparación del muro, cuando aún estamos aplicando el fijador o la base para que se quede bien terso y el poro quede bien compacto y fijo a la pared. También al dar un barniz usaremos un rodillo de pelo mediano o corto ejerciendo bastante presión para que quede bien extendido y no nos provoque demasiados reflejos o diferenciación de zonas ya que aun siendo un barniz o protector mate siempre deja diferencias.

Para “virguerías” saber que los rodillos se pueden recortar y trabajar con cutter y tijeras para conseguir efectos cebra y despeluchados y estos quedan muy bien puntualmente para hacer texturas.

La magia de los pinceles

Los pinceles circulares o planos los usamos para poder marcar y definir con los más finos dependiendo uno u otro para que estilo y situación, aunque para rellenar hay pinceles gruesos, los más gordos nos ayudan a conseguir texturas más difuminadas y esponjosas en círculos mientras que los pinceles o brochas planas difuminan muy bien hacia los lados o de arriba abajo. Además, las planas nos ayudan a conseguir efectos muy bonitos y a trabajar edificios y casas y formas rectangulares y geométricas de forma más rápida.

De ahí el ingenio que aplique cada uno para adaptar cada herramienta a su trabajo pictórico y de la cantidad de agua que usemos para dar un efecto pincel seco o un difuminado más vaporoso y sutil.

Las esponjas

De diferentes tamaños y texturas nos ayudan a jugar formas muy orgánicas desde nubes y fondos nebulosos muy bonitos o a interpretar hojas de un árbol, formas aleatorias de fondo y rocas.

Las esponjas pueden ser fácilmente alternadas con otras herramientas para texturizar algunos elementos y añadir colores de formas muy sutiles.

También las hay con pelo de estropajo y muchas otras texturas con las que podemos jugar y probar para conseguir mil efectos. Nunca desaprovechamos la imaginación a la hora de usar o incorporar un recurso nuevo o inventado a nuestras formulas, así como una escoba de pelo largo puede facilitarnos a la hora de hacer hierbas y juncos, unas hojas de papel de periódico pueden servirnos también de forma puntual para recortar más texturas en unas piedras de rio y darles un toque aún más realista. Además, las esponjas de pueden recortar y aplastar para ir cambiando su forma y conseguir golpes más diferenciación entre los toques que vayamos dando.

Desde luego un artista no puede perder la resolución creativa con los recursos y materiales que puede encontrar en el espacio dado para trabajar y esa es la mejor de las herramientas que uno puede tener.

Sprays y boquillas

Como sabréis los sprays, aparte de usarse por lo general para hacer graffitis, por lo que son más famosos, también son herramientas muy efectivas y potentes a la hora de dar color y hacer efectos y líneas muy selectivas cuando se saben usar. Es importante que para su aplicación la base de la superficie este bien preparada para que su duración sea buena y que la marca del spray también sea de buena calidad, especialmente para persianas y superficies metálicas.

Los sprays dependen también de su alta o baja presión para conseguir un efecto u otro y también, muy importante de la gran diversidad de boquillas que tenemos en mercado para conseguir un trazo, efecto u otro. Hay boquillas de trazo circular, biselado, de trazo más difuso y más cortado y algunas de gran ángulo y mucha potencia como aquellas que usamos para conseguir hacer trazos muy finos. Al igual que hay diferentes boquillas también encontraremos sprays de baja y alta presión.

Personalmente a mí me gusta mucho usar sprays de colores para subir la tonalidad de mis murales en ciertas zonas, especialmente aquellas que están más cerca o quiero denotar más pero siempre que la superficie es metálica usaré solo spray para para todo por lo general ya que se adapta mucho mejor a la superficie y las capas sueles quedar mucho más lisas, por no decir que la composición es siempre más fuerte y elástica.

Pistolas de pintura (genial invento)

Es una maravilla poder tener acceso siempre que se puede a una toma de electricidad para conectar un compresor y pintar a pistola ya que nos da una facilidad pasmosa a la hora de difuminar, crear atmósferas preciosas y usar pinturas plásticas como si de un spray gigante se tratase. Además de facilitarnos la labor, nos abarata muchísimo los costes de material al no tener que usar tanto spray.

Además, con una pistola podemos al regularla, hacer trazos y detalles muy finos hasta casi por completo llevar una obra hasta su finalización.

Lo más importante de esta máquina es tratarla muy bien y limpiarla constantemente antes y después de cada uso para no acabar bloqueándola.

Existen pistolas para todo tipo de pinturas y productos, incluso para aquellos más gruesos y de grano más gordo y esmaltes, pero nosotros normalmente solo trabajamos con pintura plástica al agua bien diluida.

También hay pistolas eléctricas de pinturas que pueden sernos muy útiles para proyectos pequeños y difusores que se suelen encontrar en la sección de jardinería, pero estos últimos hay que tratarlos y limpiarnos muy bien ya que suelen atascarse mucho ya que son maquinas que se usan de normal para regar o fumigar y tampoco se les puede meter mucha carga.

Llanas, espátulas y cuchillas para resolver y hacer efectos.

Usamos cuchillas o planas a veces para interpretar estilos impresionistas o para cortar un degradado o forma de repente sobre paredes lisas. Con las paletas, llanas o cuchillas podemos conseguir formas muy afiladas y bordes muy rasgados para delimitar zonas o crear efectos muy interesantes. Además, son herramientas muy resolutivas para pintar piezas cubistas y algunos objetos de manera efectista como pueden ser las tejas de una casa o interpretar una valla o una textura de casa de pueblo, por ejemplo. Además, las puedes encontrar de metal y también de plástico. Con ellas también podemos alisar paredes o eliminar alguna imperfección del muro que no nos interese conservar.

Cinta de carrocero y papel de pintor de toda la vida

Son herramientas y no solo nos valen para recubrir zonas que no queremos que sean manchadas, ya que nos permiten hacer reservas y cuidar de los recortes y algunas formas de la escena que queramos que queden más perfiladas y limpias. También usaremos mucho las cintas para marcar títulos y caligrafías y para hacer marcos a nuestras obras además de muchas otras ideas que nos vayan surgiendo. También entrarían el cartón, la cartulina y los diferentes tipos de acetato para hacer reservas con formas más difíciles y plantillas para formas que a mano alzada nos resultarían muy difíciles de hacer o nos llevarían mucho más tiempo.

Las pértigas y extensores

Los hay de muchos tipo y tamaños para poder adaptar cualquier tipo de herramienta y así trabajar desde el suelo a grandes alturas y acceder más fácilmente a lugares inalcanzables.

También el extensor nos facilitar trazar y componer murales desde la distancia y adquirir mayor campo de visión mientras lo hacemos. Al mismo tiempo y muy importante nos facilitar la labor de fondeo y preparación de nuestras paredes ya que así no tenemos que ejercer tanta fuerza si no que con la adecuada postura podemos rellenar espacios enormes en cuestión de pocos minutos sin hacernos la mitad de daño y ganando el doble de tiempo.

Herramientas de medición

Aquellas como el nivel, la famosa cuerda para líneas, el metro digital o el metro ordinario nos permiten escalar y delinear o dividir nuestros proyectos pared para que nuestras artes finales, especialmente aquellas de estilo más geométrico funcionen a la perfección.

En ocasiones también usamos proyectores cuando el trabajo debe ser muy perfecto y definido, tal como nuestros clientes quieren y siempre y cuando la distancia de proyección sea posible.

Además, hay método como la cuadrícula y nuevamente el “doodle” que consiste básicamente el llenar la pared marcas aleatorias para después tirar una foto y sobre esta colocar nuestro diseño encima. Así sabremos por donde cruza cada línea de nuestro dibujo para poder marcar.

Para cuestiones de marcaje podremos usar directamente pinceles o tiza, aunque habrá situaciones que podremos hacerlo directamente a spray.

Bandejas y cubetas (Obvio)

Necesitaremos si o si, recipientes para mezclar y trabajar los pigmentos, la pintura y demás productos. Tener recipientes mejora nuestra limpieza y aprovechamiento de los recursos. Dependiendo del tamaño de nuestros rodillos usaremos unas bandejas u otras y ya para meternos en detalles y colores con pinceles y brochas no nos vendrá mal tener una en mano para más facilidad y velocidad.